Algunos de vosotros estais pensando en la realización de un cómic mudo.
Os dejo aquí un par de ejemplos de autores que también optaron por hacer así algunas de sus páginas.
En este caso, un par de páginas de Historias de Nueva York, de Will Eisner. Fijaos cómo es capaz de contar la vida de la gente en esa ciudad mostrando sólo los pies. Ahí lo llevas.
En este caso, se trata de otro cómic mudo. ¿O no? Porque los personajes hablan, pero el autor prescinde de las palabras, usando iconos simples para mostrar lo que dicen. Una joyita de Émile Bravo que se publicó en España en la revista El Manglar. En diez páginas Émile Bravo nos muestra con su sensibilidad particular cómo el conflicto entre Palestina e Israel golpea a la infancia. ¿He dicho ya que este tío es un genio?
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